Tuesday, March 10, 2009

Generación post-post

reseña de Las teorías salvajes por Agustín J. Valle, para Rolling Stone

El pasado, más que determinarnos, muta al compás de lo incierto del presente. Intervenir sobre él –su figura, su sentido, sus derivados- es un modo humano de constituirse actualmente. Esta novela de autoconciencia generacional (Oloixarac nació en el 77 y plasma la era multidroga y Google Earth) critica el proyecto político de la generación de los setenta. En tiempos en que desde la cúspide del Estado se gesticulan reivindicaciones de lo muerto entonces, difícil ver como casual que una de las dos protagonistas paralelas de Las teorías salvajes se apellide Kamtchowsky y sea casi siempre llamada la pequeña K.

El humor, por tramos subyacente y por tramos explícito en esta novela debut, acota el rango de tiro de su ambición –manteniéndolo distintivamente extenso pero dándole finitud-, al tiempo que la salva de la pretenciosidad del sabelotodismo. Pues el tono hasta absurdo y delirante que adquiere el relato de la narradora, una bella y brillante estudiante de filosofía, relaja nuestra recepción de su teoría. Plantea una matriz para las formas de ser de la criatura humana, vinculada a la herencia histórica de los albores de la especie: la marca de haber estado milenios ocupando en la cadena alimenticia (esa dinámica cotidiana) la posición de presa. La lógica presa-predador, lógica del matar y ser matado como posibilidad constante del mundo, anidaría en toda estructura cultural. Funda un punto de vista que emana un radical trastocamiento de la moral, lo que pone a circular, en todas las zonas y épocas, un amplio abanico de atrocidades; con la sustancia de esa memoria, Oloixarac, sobre el final de la novela, literalmente pinta su aldea.

Novela también de obsesión sexual -vale decir de realismo sexual-, con una pequeña K de promiscuidad no ideológica que involuntariamente deviene estrella porno amateur, y una filósofa-narradora elegantemente guasa, que sólo para impresionar a un tipo quiere levantarse (apresar) a otro, un escritor ex montonero que le parece horrendo. Sobre él la novela tracatatea su crítica. Califica a los Montoneros como “banda armada de profesión peronista”, dice “pegame y decime ESMA” y un etcétera de sarcasmo. La tragedia setentista ya no es solemne; estamos en la post-postdictadura. Pero también cuela críticas menos cancheras, como ¿bastan las buenas intenciones para ser heroico?, o el cuerpo de los asesinatos y las amenazas eran el camino ritual hacia un destino ejemplar. A la crítica plasmada en la novela –incisiva argumentación acaso cercana a Bombita Rodríguez- podría objetársele el estar hecha con la liviandad de quien juzga las conductas de un tiempo desde las perspectivas abiertas por el ulterior, salvo por una intervención del ex monto, quien contesta la metralla retórica de la brillante joven diciéndole: “No sos mejor que nosotros por no haberte equivocado. Hubieras hecho lo que fuera por ser una Evita cualquiera, una montonera”.

Con voluntad antropológico-epocal exhaustiva, y un poder de nombrar inhabitual, es una novela sobresaliente. Lejos de meros ejercicios redaccionales, anecdotarios o flashes autobiográficos, busca aprovechar las posibilidades que sólo ofrece el artefacto novela, y en ese sentido lo honra. Ahora bien, en su voluptuosidad expresiva, en algunos tramos se complejiza mucho; rinde culto a la riqueza del idioma pero debilita el lazo con todo lector no altamente letrado, el relato resulta atropellado, como si de tanto entusiasmo la narradora sobreestimara la comprensibilidad de lo que escribe. Pero avanza la novela y triunfa la creatividad, la imaginación, con una trama que en sus mojones “entretenidos” no pierde ni sutilezas ni pluralidad de sentidos simultáneos; el atropello logra la forma virtuosa de una prosa desbordante, que se lleva puesto el lenguaje y deforma naturalmente las palabras.

Nota: El crédito fotográfico de la foto publicada con la reseña en Rolling Stone es de Sebastián Freire.

14 comments:

Fender said...

Hay veces que no entiendo a los autores de reseñas, olvidan que no se puede referir a los autores por sus personajes. ¿Será el poco espacio?
Y creo que para ver intuir tormenta olvidó algunas otras nubes más espesas que el Bombita: hay libros de Lanata, de Caparrós y de Guébel, sin olvidar a Soriano como el primero en aprovecharse de la cierta ilógica setentista.

Jirafas said...

che, ya las has recibido de sobra -había escrito "ya te dieron de sobra", fea, fea frase-, pero igual felicitaciones por todo, novela + repercusión. ahora, yendo al campo de las críticas, parece que muchos se han comprado la máquina de producir metáforas allá, por la calle puán. de esta última crítica, una es la que más me llama la atención: "una prosa desbordante, que se lleva puesto el lenguaje y deforma naturalmente las palabras" :S

en fin, espero en algún momento decir "che, la leí y zaraza"
besos

Anonymous said...

Ok, Tas a full!!! Vengo leyendote aquí, viendo comentarios sobre vos en otros blox (todos superlativos, btw) peeero....il y avait un p'tit truc qui cloché, surtout, dans cette habitude to comment on different languages. So, now i'm in. Vado prendrere il tuo Teorías Salvajes.

Rendido x lo que generó tu "energía"...

Il y aura la suite, je vous promets

Anonymous said...

Pola,
Influido por el estado de crítica constante en que se encuentra,leí tu novela. la compré el sábado y hace un rato la terminé. Me gustó mucho. Gracias. Intencionalmente provocadora (a veces al pedo?) me dejó pensando un rato. Tengo casi 45 años, soy peronista conflictuado y sin embargo me cagué de risa.
Muy cruel Pola, muy cruel. Las escenas de "crueldad nerd" del siglo XXI en contraste con la violencia "teórica" de los 70 me parecen geniales.
El final del google earth muy romántico aunque una idea un poco ingenua de la historia sin consecuencias de un acto sobre otro no? Una historia para amigarse, no como campo de baalla. Me cierra como metáfora de los pibes viendo la mierda que les dejaron/mos de la derecha y de la izquierda. Y a pesar de esa mierda cogen, hackean, se drogan y tratan de expresarse no se matan entre ellos.
Gracias por el laburo y felicitaciones.

Saludos, un beso

Anonymous said...

Tengo muchas ganas de leer tu novela, ¿me la prestás?

Pola said...

fender gebiet: el punto de AJV es, justamente, que mi novela hace algo distinto de esos autores que mencionás.


giraffe: jajaaaaj, a mí me parece audaz la imagen, me gusta. oh pero sólo hay una forma de confutar la referencia ;D, besos!


anoni multiligüe: volontiers!


Ezequiel; Gracias por escribirme. Está buena tu interpretación del final, pero el punto de ellos es volver a pensar consecuencias morales de los actos, es decir, no diluirlos en amigamiento ingenuo, pero sí desplegarlos sobre el mapa a contrapelo de los sucesivos botines políticos. Y hacen ese dispositivo y encuentran las cosas como vos decís, pero (ponele, quizás no) abierto hacia la historicidad de hacer algo distinto a partir de ese caos explicitado. Un beso y como dicen los futbolistas, gracia' a vo!!


anoni, sí claro, nos encontramos en el bar de siempre?

Anonymous said...

hola pola. encontré tu libro en una librería y lo hojeé un poco, cuando pueda lo compro. te tengo mucha fe porque, si estoy en lo correcto, antes en vez de pola oloixarac eras directamente pola O. ¿no? una sola vez caí al rojas de prepo caminaba por corrientes entré y me enteré del ciclo confesionario que empezaba al rato. ese día eramos poquitos y estabas vos y vivi tellas. vivi contó algo demasiadisimo gracioso y lo tuyo también me había gustado mucho, recuerdo la imagen de alto voltaje que me quedó grabada en los bosques de palermo creo. sos la misma pola o hay varias polas? bueno, 99% seguro que sos pola o, confirmamelo, pero no creo que haya otra como vos
saludos

Anonymous said...

Pola, amigarse en el sentido humanista de domesticar como dice tu amigo Sloterdijk, no en el sentido ingenuo. Como vos decís transmitir algo diferente desde este Kaos. Besos a vo!

Anonymous said...

che negri
estoy re contenta con tu novela
me reí mucho y te digo que hasta me calenté un poco! (en un sentido genital)
sos una george eliot
lo único que me hirió en una zona sensible fue lo de las culoncitas con evasé
ahí te pasaste pola!
pero bueno
ay
me encanta alguien haya escrito esta novela
y que hayas sido vos, es aún mejor!

Anonymous said...

puse coma entre sujeto y predicado!
qué horror

Pola said...

querida anoni
ajajaja en serio te calentó! qué geñal, me decís que parte/s? pliiiis
y gracias por escribirme, siento haberte incomodado con lo del evasé... pero la verdad que funcionan las evasé jajaja, te mando un besón!


hola seba, creo que ya me preguntaste eso en otro comment, siii era yo.

Anonymous said...

creo que es muy calenturiento el momento en que ella se queda parada amazónicamente con las piernas en triángulo y sus botas sobre la tierra, justo antes de que vengan los pungas

y también la parte litoraleña, con el calor y los cantitos montoneros (porque es tan terrible y violenta, tiene algo de estar walking on the edge, jugando con fuego)

además, bueno, la obesión y la inteligencia siempre son eróticas.


posta que funcionan las evasé? yo creía que sí, pero de golpe me puse a dudar. será como el mito de las rayas verticales?
la clave debe estar en el diminutivo: si una es culoncita, it actually works. ahora si una es culona...

Pola said...

ja! qué lectora más geña sos. y eso de las rayas verticales es mortal! espero q nos conozcamos un día, gracias x escribirme, muáaa

Roxana Basso Alvari Artista said...

Hace un par de días que te ando investigando, Pola. Empezó cuando leí lo que le decías a un periodista español, eso de tu plan de dominación mundial. Me descojoné. Luego es que soy una argentina a caballo entre España y Argentina y ando buscando una escritora como vos, que acá desde luego no se encuentran (el desde luego es mu español, como verás). Todavía no te leí, pero tu tono, tu mente gamberra, ese desparapajo francahón que tenés, y el que no pases de tus lectores en el blog harán que mañana me baje a Madrid a comprar tus teorías. El que te hayan dado con un caño también me atrae hacia el libro: más motivos para leerte, ¿será que ladran porque cabalgas? Luego te cuento.
Un beso