Monday, August 17, 2009

Joven, insolente y con flequillo


por Soña Budassi para Perfil

Imaginemos a dos jóvenes inteligentes, inquietos y talentosos que abren un blog, una cuenta de Twitter o Facebook con un falso usuario, utilizando el nombre de una celebridad literaria. Es probable que el gesto ya no resulte ni muy transgresor ni muy divertido y quizá tampoco demasiado interesante. También es probable que pase inadvertido. Pero imaginemos otra vez... ¿qué hubiera sucedido a principios del siglo XX ante una operación similar? Sería lógico pensar que, tiempo atrás, el efecto fuera otro. Nicolás Olivari, junto a su compinche Lorenzo Stanchina, tuvo una ocurrencia análoga pero con un objetivo ambicioso y una motivación entre lúdica y estratégica en 1922. [sigue aca]

Índice
1. Nicolás Olivari
2. Su obra
3. “Joven, insolente y con flequillo”: la narrativa de Nicolás Olivari, por Ana Ojeda
4. Nota a la presente edición
5. El inevitable prólogo
6. Revelación
7. Un festín en el bajo Belgrano
8. La caída
9. El descenso…
10. La bien plantada
11. Resurrección imposible
12. Sol de mediodía
13. El verdadero encanto de la bohemia
14. Glosa de un amor que no tuve

Ediciones El Octavo Loco

7 comments:

Aristauro said...

Pobre Olivari: era muy rubio y muy poco zurdo como para que se lo aceptase en Boedo, y a la vez era muy negro como para que fuese algo más que un mozo en Florida. Tal vez de haberse dedicado a producir buena literatura el tipo hubiese tenido el reconocimiento que ahora le regalan.

Sonia said...

Aristauro: ¿Sos el típico que no va a argumentar porque decís que "el tipo" no se dedicó a "producir buena literatura"?
Más que preguntarte por qué te parece que no tuvo reconocimiento, como das por supuesto, me gustaría saber qué leíste para afirmar eso.
Pero tu tono es demasiado chicanero, a pesar de que está bueno eso de lo "demasiado rubio" o "demasiado negro" (al contrario que vos, eso me parece, incluso, más interesante que las tipificaciones superficiales que encajan)

Pola said...

Pobre Aristauro: es demasiado salame para darse cuenta de que con sus intentos por sonar irónico sólo consigue perderse en la marea de los resentidos, cuando él querría brillar entre los "reconocidos". Pero tal vez, "si se dedicara a producir buena literatura", sólo tal vez atenderíamos a sus grititos con algo más que un gesto de sorna.

Aristauro said...

Es obvio que yo no le tengo envidia a Olivari, ¿quién es tan enfermo como para envidiar a un muerto? Si el tipo está muerto y no podés emularlo, entonces directamente plagialo -por lo general nadie se da cuenta, a menos que aparezca uno de esos raros críticos literarios que leen, tipo Agustín Viola-; si te descubren alegá "intertextualidad" y ya.
Si le vas a tener envidia a alguien, que sea a tus contemporáneos. (Bah, ni a ellos, porque siempre existe la idea de que todo lo que el otro hizo vos podés superarlo. Al que se le tiene envidia es a alguien que tiene capacidades que vos no tenés, tipo esos que saben leer y escribir griego antiguo.)
Esto lo digo por lo que dice Pola, más allá de que yo no me dedique a producir literatura sino simplemente a leerla.

Ahora bien, con respecto al autor Olivari, yo si lo leí al tipo, pero parece que mi memoria me hizo el favor de erradicar su recuerdo de mi mente (¿puede que le haya escrito un poema a François Villon?). De cualquier manera Google Books puede confirmar que mi memoria obra a favor mio.
Más allá de que el tipo haya escrito bien o mal, me molesta que lo vendan como si leerlo fuese necesario. Su literatura hoy sólo sirve a filólogos y/o arquéologos, es un instrumento (no muy)útil para los que estudian la estética de la década de 1920, las expresiones artísticas de cierto grupo social desaparecido, o -ponele- el fantasmático comunismo argentino. O un capítulo para un libro tipo "Chantas literarios" ["Literary hoaxers"].
Yo no critico a Ediciones el 8vo loco por facilitarle material a los escolares, darles de comer a las polillas de las bibliotecas o lucrar con un muerto; critico a los críticos que pretenden imponer a autores como Olivari, desdibujando el canon nacional, y tapando a gente que merece más ese lugar.
Porque el "rescate" de Olivari es absurdo: se rescata a quien fue tomado prisionero y no pudo dar toda la lucha que quería, no al que luchó y cayó como un soldado desconocido más en el campo de batalla.
Y lo de ubicarlo como el otro Arlt, imon Dieu! Arlt es un gran invento que entró contrabandeado a las letras argentinas gracias a los "jóvenes rebeldes" sesentistas. Fue una operación política, nada que ver con el arte. A Arlt lo leyeron tan poco y tan politizadamente que muchos ven una suerte de genio literario ahí donde hay un tipo que apenas sabía escribir. iSi hasta le endilgaron a Borges una supuesta admiración a Arlt! "El indigno" es una evidente obra contra Arlt (en realidad contra sus lectores, contra los que no lo apreciaban como lo que verdaderamente era).
Si van a desempolvar a Olivari, si van a interrumpir a las laboriosas arañas mientras tejen su telaraña, por lo menos no lo hagan en nombre de Arlt. No es justo para su memoria, y no es justo para nosotros los lectores.

i said...

eh?

mauro said...

Hay un libro parecido, pero que tuvo más exito que el libro falso de olivari y su amigo: es "Versos de una..."(la versión no censurada sería "versos de una puta") que apareció como si hubiera sido autoría de una prostituta rosarina, pero su autor era César Tiempo.
Según tengo entendido, algunos de "el grupo de Boedo" se comieron el buzón, y salieron a decir que esa era la verdadera literatura proletaria.
La anécdota me parece significativa, porque muestra las limitaciones en el pensamiento político de los de boedo. Además de que está la cuestión del género, no? pero yo de eso no sé nada.

Pola said...

gracias por el dato, mauro, lo voy a buscar.