la foto es de Chus Sánchez, gracias Quimera y Alpha Decay! Vuelven los comments -así Dañel, que simpatiza con el Ministerio de Relaciones Trolls, no me reta :Pvacations are over, trollines! ;)
la foto es de Chus Sánchez, gracias Quimera y Alpha Decay! Vuelven los comments -así Dañel, que simpatiza con el Ministerio de Relaciones Trolls, no me reta :P
Por cierto, Cosmo Kramer ya había planteado la recursividad del coffeetable book:
se juega desde tiempos inmemoriales bajo las narices humanas sin que los humanos se percaten: cómo los Gatos reinaron y mantuvieron bajo su yugo hipnótico a todas las dinastías regias de Egipto, a despecho de los Perros, una raza de cuadrúpedos serviles que se había dejado domesticar fácilmente en otras zonas del plano; era posible reconstruir las huellitas de los Gatos detrás de cada momento clave de la historia, como Zeligs peluditos, siendo ellos, no los humanos, los auténticos hacedores de los destinos históricoss; y cómo los Perros, aprovechándose de la confianza que les había dado el pacto de sumisión con el Humano, en los últimos tiempos habían aventajado con creces a los Gatos a fuerza de conseguirse trabajos alcahuetes como puestos de policía, rescatismo, brigadas antiexplosivas, poniendo sus domesticados hocicos a trabajar para la DEA y el FBI. Pero los Gatos estaban hartos de estos manejos perrunos, y habían decidido que era hora de retomar el poder.
toma otro recodo: al mando de un adorable perrito Beagle, los Perros se vuelven paladines del género humano, identificado con USA, y los Gatos -comandados por un poco atlético y neurótico Mr. Tinkles- una manga de terroristas que atentan contra el American Way. Aunque hay aquí un núcleo de verdad encantador -el temperamento aristocrático gatuno siempre preferirá dormir a honrar la hiperactividad del american dream-, la ejecución era desastrosa, y los Gatos terminaban qua villanos deslucidos.
Why I Take Good Care of My Macintosh
by Gary Snyder
Because it broods under its hood like a perched falcon,
Because it jumps like a skittish horse and sometimes throws me,
Because it is poky when cold,
Because plastic is a sad, strong material that is charming to rodents,
Because it is flighty,
Because my mind flies into it through my fingers,
Because it leaps forward and backward, is an endless sniffer and searcher,
Because its keys click like hail on a boulder,
And it winks when it goes out,
And puts word-heaps in hoards for me, dozens of pockets of gold under boulders in streambeds, identical seedpods strong on a vine, or it stores bins of bolts;
And I lose them and find them,
Because whole worlds of writing can be boldly laid out and then highlighted and vanish in a flash at “delete,” so it teaches of impermanence and pain;
And because my computer and me are both brief in this world, both foolish, and we have earthly fates,
Because I have let it move in with me right inside the tent,
And it goes with me out every morning;
We fill up our baskets, get back home,
Feel rich, relax, I throw it a scrap and it hums.
Y mientras las odas vernáculas a Ubuntu y Linux optan alegremente por la vía populista, demostrando la ¿tendencia?¿capacidad?¿opacidad? de la cosmología peronista para convertirse en cualquier cosa, el sistema operativo de Microsoft también ha sido objeto de especulación literaria. El lector y usuario Ajax propuso una estructura formal que considera la instalación de Windows Vista un género literario:
II. Prolegomenon. Se hace una puesta en común de las especificaciones del hardware.
III. Praeinstallatio. El narrador describe su intento inicial para instalar Windows.
IV. Contrainstallatio. La instalación sale mal.
V. Descendo. El narrador describe sus intentos desesperados para hacer que salga bien.
VI. Depilatio. El narrador se ve reducido a la desesperación y frustación.
VII. Inertio. Horrorizado, el narrador se hunde en un estupor mientras contempla cómo su máquina regurgita y se tilda durante al menos 3 días.
VIII. Peroratio. El narrador se alza enfurecido a medida que describe cuán larga y dolorosa ha sido su experiencia de instalación;
(lo que puede seguirse de:)
IX. Aptenodytes forsteri. El narrador se pasa a Linux.

Quimera] del capítulo 5 de Las teorías salvajes de Pola Oloixarac. No habréis leído nada parecido a esto en mucho tiempo, niños y niñas. Alimentados como estamos con nuestra dosis de nocilla patria y traducciones de Anagrama, a más de uno le va a dar un patatús cuando descubra esta novela, que sale en marzo en Alpha Decay. Parecida a Sterne, a Nabokov, a Pynchon, a Houellebecq, y yo qué sé a qué más, Las teorías salvajes es parte sátira sanguinaria de la generación del 70, parte roman a clef de campus, parte novela perversa de iniciación, parte manifiesto sádico, y yo personalmente me rindo de rodillas ante su narradora monstruosamente erudita, cruel y virginalmente cautivadora. El capítulo 5 que publicará Quimera, ilustrado por la maravillosa Carmen Burguess, incluye la igualmente maravillosa descripción de Augusto García Roxler, el profesor maduro al que la narradora de Las teorías intenta seducir (y desbaratar teóricamente). [todo y más, acá]

por diversos motivos: la última huida, fue para evitar el aluvión de spam navideño y findeañero. Todas las veces, sentí un profundo alivio al desactivar la cuenta -de la que nada se borra, como para asegurarte que toda huida no puede ser sino circunstancial-, y la técnica pasiva-agresiva del sistema para disuadirte ("Fulanita te extrañará!") es un incentivo fuerte para apretar BORRAR y que la pantalla azul y blanca de "Has Desactivado tu Cuenta" te devuelva el vientito de la libertad. En Twitter, después de borrar y volver a mi cuenta por una nota, implementé la deliciosa app Unfollow Everyone; una vez que mis followees llegaron a cero, hice unas listas con amigos y noticias que consulto de vez en cuando, pero la supresión absoluta de la parte social me ha traído mucha felicidad. Aplicaciones como Suicide Machine y Seppukko se encargan del trabajo sucio; Facebook, que vela por sus comoddities, i.e. nuestras personalidades, los ha acusado de phishing y mal uso de la información para desalentar los suicidios. Están contra la eutanasia.
masive multiplayer game, navegable como un mundo interno, ficticiamente espacial y habitado por nuestros "contactos", devenidos -ellos también- pequeños avatares con las mismas capacidades de las que abusamos actualmente: chatear, pokear, etc. La web podría convertirse en una ciudad, en un desierto, en un planeta klingon, y abandonar esta estética bidimensional (2x0) de ventanas, fake friends, etc. Incluso la mutación misma de la privacidad, que ya no es un derecho, si no más bien un comodity, necesita reforzar su forma lúdica para no caer en el mundo gris de los Real y la Nada. Estamos como Atreyu en un mundo maravilloso, sometido a oleadas progresivas de Nada... que es lo Real porque es el Mal.