por Pola Oloixarac para Radar
Es el año 1430 de la Héjira, el primero de Twiter como herramienta política. Con la mayor población de bloggers per cápita del mundo, Irán protagoniza en estos días una revuelta popular apoyada y facilitada por las redes sociales: la primera épica contada en tiempo real que adquiere ribetes de ciberguerra. De un lado, un régimen teocrático empuñando armas de represión tradicionales (censura previa, control de los medios, milicias); del otro, usuarios munidos con tecnologías de uso cotidiano que la urgencia de la hora transformó en instrumentos para organizarse, fortalecerse y denunciar más allá de la censura.
Que Twitter fuera la red social “de moda” fue una ventaja táctica para los activistas iraníes: hasta el momento, el gobierno de Ahmadinejad no parecía al tanto del dernier cri cibernético y sí tenía en la mira a los blogs, Facebook y Youtube, servicios que estuvo bloqueando incluso antes de las elecciones (se rumorea que hizo caer Facebook para impedir el crecimiento desmedido de la causa de Mousavi, su contrincante reformista); los bloqueos fueron seguidos de arrestos a bloggers que posteaban con su nombre legal. El gobierno no prevía que, una vez cortados esos canales, la furia 2.0 de los estudiantes se volcaría sobre Twitter, donde además de organizarse y circular las pruebas de la violencia estatal (usuarios como @change_for_iran subieron fotos de la noche de los bastones largos de Teherán, cuando la Guardia Revolucionaria hizo destrozos en la universidad y desfiguró estudiantes), hubo despliegue y contrabando de armamento cibernético.
Bajo el signo de un pajarito (etimológicamente, tweet es pío-pío), en Twitter hay tráfico de armas cibernéticas de ataque y defensa. @ddos disparó al mundo instrucciones sencillas para hackear junto con una lista de sitios del gobierno como el Ministerio de Cultura, pidiendo a los hackers del mundo que derriben los sitios. Era una contraofensiva: días antes de las elecciones, los sitios pro-Mousavi quedaron misteriosamente fuera de servicio. Otro recomendado fue pagereboot.com: se pone la dirección a sabotear, y el sistema se encarga de hacerlo caer automáticamente; pagereboot fue originalmente diseñado con fines pacíficos y consumistas, es decir para hacer trampa en E-bay y ganar subastas. Y si no tenés tiempo para colaborar en la ciberguerra contra gobiernos reelectos “por milagro divino” en Medio Oriente, los iraníes te la hacen fácil: entrando en http://delicious.com/freeiran hay una lista de las direcciones de los sitios del gobierno puestan en reboot: la policía, las noticias oficiales, y el hogar digital del ayatollah Khameini, el Líder Supremo de Irán.
Este tipo de ataque de “denial of service”, donde los sitios son bombardeados hasta que, rendidos, muestran una página en blanco que dice “No se pudo encontrar la página”, es ya un clásico de la ciberguerra, desde que los servidores de Estonia cayeron en 2007 luego de que un monumento de la era soviética fuera desplazado de la plaza central de Talin (si bien todos los dedos apuntan que no se trató de “hacktivismo” sino de un ataque cibernético comandado por el Kremlin). En Irán, el llamado a hackear los sitios del gobierno es una versión digital de la antigua ley del Talión: en ese espíritu, @stopahmadi tuiteó: mientras sigan bloqueando internet, los mensajes de texto y los celulares, nosotros les vamos a derribar SUS sites.
Con una ayudita de mis amigos bloggers
Desde Twitter, los iraníes pidieron a los bloggers del mundo que cambien las locaciones de sus páginas a Teherán, zona horaria GMT +3.30, porque las fuerzas del gobierno filtran las páginas usando ese criterio: si todos se cambian a esa locación, los verdaderos iraníes se pueden camuflar y fundirse en el bramido babélico de la red. Además, los hactivistas iraníes utilizan herramientas para que las direcciones IP de sus máquinas no puedan ser rastreadas. En forma clandestina (mediante direct messages en twitter), los bloggers intercambian datos de “proxys”: máquinas que redireccionan el tráfico sin que puedan rastrearse, de forma de eludir el filtro del gobierno y poder acceder a Twitter y otros sitios bloqueados para seguir organizándose. Pero no todo es masas emergentes unidos por una causa colectiva: también hay lugar para el heroísmo individual. Austin Heap, un techie de San Francisco cuya participación en las nobles causas de la humanidad se limitaba, hasta la semana pasada, en colgar videos de South Park para bajarlos gratuitos, fue uno de los héroes de esta ciber-jihad global. Creó una lista de proxys para uso de los iraníes y la subio a twitter; cuando se dio cuenta de que posteando públicamente los proxys ponía en peligro a los iraníes (Heap no imaginaba que el control de la dictadura llegaba a leer cada mensajito de Twitter), Heap creó una lista de proxys sólo accesible mediante una contraseña que otorgó a unos pocos activistas reconocidos, que las distribuyeron entre sus camaradas; luego, puso en su blog un tutorial con instrucciones simples para configurar proxys; iraníes agradecidos le dejaron mensajes en su blog como “el pueblo iraní no te olvidará”.
Los iraníes también están usando una línea de salvataje digital creada originalmente por ingenieros chinos residentes en EEUU para burlar a la Muralla China cibernética impuesta por el Partido Comunista. Se llama Freegate, un software gratuito que funciona como el “kit” perfecto del disidente contemporáneo: lleva al usuario a un servidor en el extranjero que cambia las direcciones IP cada uno o dos segundos, y de ahí las redirecciona un sitio prohibido sin que las autoridades puedan rastrearlo. No sólo eso: encripta los e-mails, de modo que no pueden ser interceptados y leídos, y una vez que cierra la sesión, el software elimina automáticamente toda huella del sedicioso.
Pero las huestes de Ahmadi contraatacaron con su propia campaña cibernética en el mismo teatro de guerra: Twitter. Empezaron a aparecer usuarios que usaban el hashtag #iranelection y diseminan desinformación para confundir a los activistas domésticos y globales. @serv_ y @Persianguy se hacen pasar por estudiantes iraníes (categoría de credibilidad, sinónimo de “las bases”) y retwittean datos erróneos de manera de captar también la ayuda del exterior e inutilizarla. También diseminan direcciones de proxys controladas por el gobierno, y un tal @anonymousiniran se hace pasar por un yanki amigable que te dice que le des la dirección IP de tu máquina, y el sistema diseñado por él se encarga de cambiarla por una secreta. También buscan dividir el tráfico diseminando hashtags falsos, como #iran09, de manera de adulterar los datos objetivos de la protesta y hacer perder fuerza a #iranelection, el que nuclea la protesta (los hashtags permiten ordenar las discusiones y tópicos para que no se dispersen). Pero los verdes (el color que identifica a los reformistas) están al tanto. Usuarios como @findtherats (apropiadamente, “encontrá a los topos”) se dedica a escracharlos.
Como Mahoma, los iraníes saben que el deseo solo no mueve montañas. Hacia el viernes @persiankiwi reportó que Freegate cayó, que todos los proxys están muertos, y muchos dudan si hacer esos ataques de denial of service era tan buena idea. Para muchos, estos bombardeaos digitales son contraproducentes, porque se “comen” la banda ancha que queda dentro de Irán, ya vapuleada por el gobierno mismo, además de alimentar las excusas del régimen de Ahmadinejan para censurar. Desde el jueves, el gobierno intervino también los celulares y los mensajes de texto de los ciudadanos; la red es la única salida y medio de comunicación para la resistencia.
Un gobierno más perfecto
El sitio abre con el preámbulo de la Constitución: Nos, los representantes de la Nación, con el objetivo de formar un gobierno más perfecto y promover la transparencia… twitteamos. El sitio es TweetCongress, una aplicación diseñada por civiles para que la usen sus representantes, donde ciento cincuenta congresistas yankis (son 535 en total) twittean los detalles de sus vidas políticas y no tanto. En las sesiones filmadas puede verse a congresistas con las cabezas gachas, tecleando frenéticos con sus pulgares como si fueran niños aburridos en clase, y gracias al servicio, mucha gente sigue fielmente los debates en el Congreso de boca de sus representantes: expuestos al escrutinio popular constante, los congresistas tienen incentivos para intentar sobresalir como el mejor de la clase.
Probablemente el éxito de la campaña electoral apoyada en redes sociales de Barack Obama incitó a los candidatos argentinos a apostar por Twitter a la hora de mostrar sus vibrantes personalidades en campaña. Heller, Macri, de Narváez y Michetti tienen cuentas de twitter muy activas; por su parte, Lilita Carrió y Jorge Altamira tienen “fakes” (imitadores en Twitter). Mientras Heller y De Narváez se limitan a poner links a fotos y entrevistas, Gabriela Michetti twittea cosas como: “Le estoy haciendo unos ravioles con bolognesa a mi hijo y parto para un programa de tele”, Macri (y su imitador) abrazan el desenfado twittero con emisiones emocionales: “uf bajon perdio boquita”, Pino Solanas se abrió una cuenta pero casi no la actualiza, y Margarita Stolbizer actualiza poco pero va por los 192 seguidores.
Del lado de Irán, el activismo en internet adquirió dimensiones virales entre los simpatizantes de Occidente. En 24 horas se escribieron 2,250,000 posts mencionando a Irán; por su parte, el entorno digital “mashable” de Twitter permite medir el impacto de la protesta en forma automática y prácticamente simultánea al desenvolvimiento de los hechos: en esta semana, hubo entre 50mil y 100mil tweets mencionando Irán por hora, con picos de 200mil. Advertido ante el rol que Twitter estaba jugando en las protestas de los reformistas, el gobierno norteamericano contactó a los caciques del sitio para que no corten el servicio debido a mantenimiento, y Twitter reubicó sus horarios para sólo hacer mantenimiento durante la madrugada de Irán, de modo de no interferir en la revuelta.
La explosión de Twitter y las redes sociales como herramienta política que cubre todas las bases del activismo digital (comunicación interna, difusión del alertas sobre las actividades del enemigo, fomento de espíritu de cuerpo, denuncias al exterior, contrabando de armas cibernéticas) puede tener más consecuencias que la eventual victoria o, finalmente, la masacre, de los reformistas (@change_for_iran twiteó el jueves por la tarde: se teme un Tianamen). Software como Freegate (además de UltraSurf, GTunnel, Gpass) es usado masivamente en países que viven bajo regímenes autoritarios como Irán, China y Myanmar, y se conecta con el proyecto Global Internet Freedom Consortium, que provee herramientas digitales gratuitas para escapar a la censura del gobierno dentro de las fronteras físicas de los países. En China la ciberguerra interna recrudece, y se planea derrotar el ciberactivismo con una iniciativa sorprendente: con Green Dam, el gobierno chino requiere la instalación de un software en las PCs de cada persona, que filtra automáticamente los sitios prohibidos para la población.
La iniciativa de la libertad digital fue presentada al Congreso de EEUU por activistas de Cuba, Syria y Corea del Norte (para volverse global requeriría una inversión de 50 millones de USD). Si Obama hizo un anuncio reciente en la Casa Blanca donde afirmó que la prosperidad económica de EEUU dependería en adelante de la ciberseguridad y que, para no perder capacidad de intimidación, EEUU pasaría al ataque en la ciberguerra (abandonando la postura oficial de neutralidad), avalar este proyecto podría ser una manera sutil de EEUU de pasar al ataque en la ciberguerra: como una mutación de la doctrina Kissinger para producir guerrillas en Latinoamérica, sólo que facilitando el acceso a Internet libre de censura, y que los “hacktivistas” de cada país autoritario se encarguen del resto.
Es curioso que notar que, más allá de la tremenda exposición y el rol épico que jugó en el conflicto, Twitter (que salió a competir en la arena de las redes sociales como “micro-blogging” en 2006), todavía no hace dinero con su servicio. No tiene publicidad, no cobra, y su modelo de negocios no está claro. Pero sin duda, en forma creciente, la arquitectura tecnológica define el espacio de las posibilidades políticas. Internet ya no se ve como lugar de información, sino de coordinación, y los sucesos de Irán son una ventana al futuro de la evolución de la política en las sociedad informatizadas. Bajo un régimen sometido a censura, los activistas digitales demostraron la pérdida de legitimidad del gobierno, y quizás, que los tiempos del control absoluto de la información terminaron. Como una nueva forma de colectivismo de pie contra el poder central, la revuelta iraní se volvió un fenómeno emergente de interconexión tecnológica. Quizás, porque la grandeza de Twitter es basarse en una pregunta inherentemente política: ¿qué estás haciendo?
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Para mostrar apoyo a la causa iraní en Twitter, háganse verdes haciendo click acá
Consejos a tener en cuenta en Ramadan
18 comments:
http://bit.ly/eTFO9
great minds etc
Excelente post, Pola.
Muy interesante el panorama de la situación y la reflexión final... c'est geñal!
Muy buena la nota. Twitter ha hecho su ingreso como herramienta de discusion, y cambio, por que no, politico. Sin embargo, en la organizacion de las movilizaciones masivas en Iran la voz parece haberse propagado principalmente a traves del boca a boca en farsi, uso de websites regulares y mensaje de texto, como lo describe bien el NYTimes de hoy.
http://www.nytimes.com/2009/06/21/weekinreview/21cohenweb.html?hp
Saludos
Gracias por los comentarios y el artículo, lo disfruté mucho (sobre todo porque mi lista de infiltrados rocks jajaja). Me parece un misterio que no mencione que el gobierno bloqueó los mensajes de texto, que recién volvieron a funcionar el viernes, además de bajar varios websites opositores. Para sostener algo similar (es decir, poner en una balanza critica el rol *interno* de Twitter, porque el global es indiscutible) era mucho más contundente recurrir a la composicion demografica de las protestas: gente de todas las clases y edades, de las cuales una minoria (jovenes y los mas techies) usaban Twitter. Las señoras de 54 no estaban twitteando, los obreros tampoco: la mayoría usaba la tecnología de "mirar por el balcón" para bajar y manifestarse. No hay revuelta popular sin boca a boca: Iran 1979, Argentina 2001 etc.
Sobre Irán, les recomiendo el Huffington Post
http://www.huffingtonpost.com/
La cobertura de HuffPost del minuto a minuto esta bien. Pero, si te interesa, la cuestion politica interna esta muy bien resumida por Tom Friedman aca
http://www.nytimes.com/2009/06/21/opinion/21friedman.html
y la cuestion demografica, que explica un poco todo, aun mejor por Robert Dreyfuss en The Nation aca
http://www.thenation.com/blogs/dreyfuss/445128
Esta ultima nota viene pegada a una del 2008 sobre la revolucion sexual en Iran que, hay que creerlo, da cuenta de las distintas fuerzas sociales de tipo tectonico que se mueven en Medio Oriente.
http://www.thenation.com/doc/20081215/secor
adieu~~
La mayoría de los argentinos (y del mundo) no tiene twitter. Les importa un choto...
La revuelta del 2001 fue una jugada de la derecha junto con los grandes grupos económicos (incluidos por supuesto los grandes medios de comunicación). O se creen que los pelotudos con cacerolas la hicieron??
Muy buen articulo Pola; En cuanto a que es una minoria que lo usa no estoy seguro; el 70% de la población de Iran tiene menos de 30 años y de ese porcentaje una cantidad altisima, una de las mas altas per capita del mundo tiene estudios universitarios. La rebelión es claramente, visto a la distancia, un fenomeno de los jovenes.
Anonymus. Todo en este país lo hacen "la derecha y los grandes grupos economicos"?.
Yo ya tengo Twitter.
Saludos
Muy bueno el post, o mejor dicho la "nota"... (¡ya ni sabemos cómo se llama lo que leemos!) Le rompiste el o**o al NYT, Melpómene-Persépolis Mag!
Hay un videíto que rescató Mauro Andrizzi (el de Iraqi Short Films), no sé si lo viste, muy sencillito pero bastante conmovedor:
http://www.facebook.com/video/video.php?v=111952701494&ref=mf
saludines!
Merci Andrés, pero no me lo digas a mí, decíslo al NYT!! :D
en un rato me pongo el chador para entrar de incógnito a Feisbuk y espío el videíto, besos
Diego, de acuerdo: pero esa data corre para Tehrán, la capital, y las protestas también ocurrieron en zonas rurales, sensiblemente menos techies y universitarias: si sumás esas zonas, el porcentaje total de jovenes usuarios de Twitter decrece. Yo quería decir que, incluso si querés poner en balanza crítica a Twitter usando la lectura más pesimista de los datos demográficos, no necesitás una "mayoría" concreta para justificar el rol de Twitter. El tema no se define porque *todos*, o qué definición de todos, lo usen, sino cuál es el efecto sobre la totalidad cuando varios cientos de miles lo hacen.
Pino dice
"A las 21 Charla-Debate en la Facultad de Filosofía y Letras. Puan 480 Aula 218"
El Twitter de Gaby es barbaro. Un chiste tras otro.
¿Pérdida de legitimidad del gobierno? 11 millones de votos (11 millones!!) separan a Ahmadinejar de Moussawi...
Fer; Chequea el informe de Chatan House que ya esta en la web, un analisis comparado de las elecciones presidenciales del 2005 y del 2009. Un solo dato a modo de ejemplo, en la provincia de Azerbaijan este Ahmadi..saco unos 140 mil votos en el 2005 y 300 mil todos los conservadores juntos, en el 2009 Ahmadi..saco...1 millon 150 mil votos. Y asi provincia por provincia con algunas cosas que harian avergonzar a muchos compañeros del conurbano.
Pola: De acuerdo.
La web es la plaza publica, pero con porno.
¿Puede ser que hoy hayas estado en la linea A a las 8:30, 9 de la mañana? Me parecio estar sentadoal lado de una mujer parecida a vos, pero el pudor me impidio preguntar y confirmarlo.
no era yo, quizás mi doble? yo uso la B, vamos cubriendo el abecedario
Muy buena la nota.
Pero fijate que en el párrafo que empieza con "Del lado de Irán" escribiste "*hubieron entre 50mil y 100mil tweets" (debe ir "hubo": es una oración unimembre y el verbo no se hace concordar con el od).
Este mensaje puede autodestruirse después de la corrección :-)
Saludos
uh, ahi lo cambie
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