Probablemente harto de fingir suculentas erecciones cabe las damiselas en los videoclips de sus canciones, Ricky Martin tomó una decisión histórica en el universo del pop latino: salió del closet. Ricky venía amagando desde 2007: primero dijo que su corazón podía pertenecer a "un hombre o a una mujer", pero ahora, usó mayúsculas. Nada trivial en países sudacas como éstos, donde la vieja guardia de hombres que se autoconsideran "normales" cada vez pierden más posiciones en todos los frentes y a su vez el machismo subterráneo se abona, por esa misma razón, con el huano del resentimiento, cada vez peor. Hace poco, en Madrid, un chico que vino a la presentación del libro me preguntó si no le hacía mal a mi libro mi existencia en tanto chica joven con atributos femeninos (algo así); yo contesté que si fuera un homosexual hombre, esconderme sería quedar en el closet, y yo no quiero eso, quiero estar en el mundo (que es lo in-mundo). Es, realmente, un pedido tan extraño?? Y hacer bang, como Ricky!!!
Veremos este día convertido en San Ricky, será *San Ricky* un ejemplo para nuevas hordas de mariconcitos desatados? Más edificante sería que saliera del closet Fantino, un comentador de fútbol, o la bruja Verón.
Pensándolo bien, me niego a aceptar que la bruja Verón esté en la Selección: lo prefiero encerrado en un armario. Descartemos su infausto recuerdo con este videoclip de Pablo Ruiz, el pequeño estigmatizado por su naturaleza efébica que hubo de exiliarse de Argentina, preadolescente, para seguir cantando al ritmo de su jopo:
4 comments:
Yo creo que los maromos musculados que salían en sus videos ya nos estaban dando pistas.
Ya estamos conectados, Pola.
Abrazos madrileños
M(atías)
El puto que llevo adentro se puso chocho de leer esta gran noticia. Ricky me pone cachondo.
¿Te parece que "lo latino" es asimilable a países como Argentina, Brasil o Uruguay? Para mí es inseparable del comunitarismo de mercado norteamericano (y del alca por extensión), del modo de integración particularmente "latinoamericana" (centroamericana y caribeña) en iuesei.
Por lo demás, no veo por qué recurrir al desprecio ("sudaca") para atajarse de otro.
El propio pop latino es más caribeño que otra cosa en sus clisés eróticos y culturales, en el sentido de que reproduce no los comportamientos de esa parte de américa, sino los prejuicios tradicionales de los blancos norteamericanos, como una tierra de exuberancia física y natural etcétera, (repugnante para mi gusto).
Por supuesto, los norteamericanos suelen atribuir esa naturaleza a toda latinoamérica. Liborio Justo, en Prontuario, se indigna con los profesores universitarios norteamericanos, cuando se da cuenta que en su gran mayoría tienen la "idea" de que el subcontinente es tropical de punta a punta etcétera.
Werte, tu comentario es preciso, y mi adjetivación es menos ideológica que generalista. Con países sudacas, me refiero al mío, naturalmente, en tanto ser yo misma *sudaca* me permite relevarme del supuesto desprecio para pasar a la noción más civilizante de "autocrítica" (son cercanos); y si bien no descarto que la construcción de "lo latino" es etnografía norteamericana, me parece indudable que algo de esa mitología latina de las estrellas pop tiene (necesita tener) identificaciones muy claras con cierta idea de la sexualidad fuerte para sobrevivir. Lo que es verdadero de los artistas, lo es quizás de sus públicos. Veo otro capítulo de Spooks y seguimos, xox
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