Wednesday, November 28, 2007

Historia de Richard y Gundula

Richard Strauss compuso sus Cuatro Últimas Canciones en 1948; la enorme Gundula Janowitz las grabó en 1973 con Herbert von Karajan dirigiendo la Filarmónica de Berlín. Richard quería despedirse de la existencia humana componiendo una voz de irradiara belleza trascendental, una voz que cantaría su propio Requiem después de su muerte. Tomó un poema de Herman Hesse, y escribió para la gran wagneriana de los 50s, la Kirsten Flagstad -aquí presentada por Bob Hope, en un cena-baile-show para norteamericanos.



De todas las grabaciones (estamos hablando de las versiones de Elisabeth Schwarzkopf, Monserrat Caballé, Lisa Della Casa, Jessye Norman, Renne Fleming, Karita Mattila, por nombrar las sobresalientes) ninguna, absolutamente ninguna se acerca a la belleza absoluta conseguida por la voz absoluta de Gundula. Toda la oscuridad, la profundidad de un alma que se despide de la existencia y canta suspendida entre los vivos y los muertos ha sido conjurada (surge y sobrevuela) por la boca de Gundula. Y ayer conseguí la versión, después de meses. No está en youtube, pero pronto sí estará ;) y las personas que allí cliqueen desapercibidos caerán de rodillas rodarán en lágrimas, sin poder explicar qué catzo ocurre: autómatas de la voz de Gundula Janowitz su Majestad.
In the meantime traduje el poema de Hesse de mi canción favorita.

Beim Schlafengehen

Nun der Tag mich müd gemacht,
soll mein sehnliches Verlangen
freundlich die gestirnte Nacht
wie ein müdes Kind empfangen.

Hände, laßt von allem Tun,
Stirn, vergiß du alles Denken,
alle meine Sinne nun
wollen sich in Schlummer senken.

Und die Seele unbewacht
will in freien Flügen schweben,
um im Zauberkreis der Nacht
tief und tausendfach zu leben.

Yéndome a dormir

Ahora que el día me ha dejado exhausto
debo -mi más profundo anhelo-
recibir a la amada noche estrellada
como un niño cansado.

Manos, aléjense de todo quehacer
Cabeza, olvida todo pensamiento
Que todos mis sentidos
desean hundirse en duermervela.

Y el alma sin vigía
se elevará con alas libres,
para vivir
profunda y multiplicada por miles
en el círculo mágico de la Noche.

Encontré esta versión de Jessye Norman "con dirección artística" de Brian Eno, unos rombitos bailarines atrás, qué sé yo...


Gundula te honro y voy hacia tí.

8 comments:

Claude said...

Me encantan las 4 ultimas canciones... las tengo por Montserrat Caballé y Renee Fleming...
Escuchaste la canciones de Mussorgsky?? Son exelentes las canciones y danzas de la muerte..

besito!

Pola said...

ah son formidables.

Pola said...

a lo q va mi comentario es que todas esas damas, y versiones respectivas, son meramente humanas. sus rendiciones tienen la forma de "una buena o excelente soprano cantando", pero el componente ultramundano se les escapa.
pero gundula dedicó su vida a crear una voz que, cuando la escuchás, sabés que estás participando de un evento supralunar, sobrenatural. y en las vier lezte su voz se da en su máxima majestad.

Claude said...

me convenciste!
voy a tratar de conseguirla!

Anonymous said...

pola: yo te quiero mucho, pero ¿por qué le hacés eso a Heine?¿por converso?

parcela brauer

Pola said...

ja wohl, parcela! guíeme usted mein fuhrer, cual aquel que interpreta en la bandera alemana un abandono de la negra profundidad que debe atravesar la sangre (rojo) para alcanzar la luz (gualda)

Pola said...

justo me llega de mi suscripción a youtube esta version de renee fleming http://www.youtube.com/watch?v=mR1ICpYGV6k&sdig=1

y por más que ponga cara de embeleso en el solo de violín, fleming arruina esta canción al llegar a "denken"... y la composición es tan maravillosa que se repone y vuele a sobrevolar... y fleming es una humana fabulosa para cantar esto, pero es claro que no despertamos en otro espacio-tiempo cuando se calla... los públicos educados son lo más horrible... dejan desnudas las toses, un horreur.

Anonymous said...

Creo que hay uno de eichendorff, no todos son de hesse, me equivoco?
Yo tenia un viejo vinilo de deustche gamophone que se halla traspapelado hace años.