Wednesday, April 27, 2011

Epistola cogitabunda

From: José Antonio
Date: April 27, 2011 10:20:50 AM EDT
To: Pola
Subject: José Antonio. España. gatorrampante.blogspot.com

Epistola cogitabunda

1. Discursiva entomoyacente.


Pola, me preocupa el riesgo que supone escribir esta carta. Tengo miedo a molestarte, como esos insectos que aparecen de no se sabe dónde y empiezan a revolotear alocados alrededor de una luz encendida. Si tenemos paciencia, su propio instinto reproductor nos librará de ellos. Sólo hay que esperar a que acaben colándose por el ojo incandescente y mueran, de un chasquido, abrasados. ¿Nunca has soplado, antes de cambiar una bombilla, el lecho putrefacto que se acumula bajo el casquillo? Que yo muera o no calcinado dependerá, Pola, de tu luminiscencia.


2. Discursiva binario-nihilista.



Los aparatos electrónicos poseen un botón camuflado a la vista que sólo puede accionarse con objetos de punta muy fina. Es así para evitar accidentes. Si necesitamos localizarlo hay que recurrir, casi siempre y con desgana, a los manuales de instrucciones que dejamos envueltos en el plástico dentro de un cajón. Te hablo, Pola, de la muerte súbita, del botón reset. Alguien ha accionado el mío sin querer.



3. Discursiva prístinopractor



Ya tengo cuarenta y un años y he sufrido la transición de mi país. Mi educación se ha forjado en medio del fuego entrecruzado entre intelectuales sincrónicos e intelectuales cuasidiacrónicos. Arengas a diestro y siniestro. ¿Y cuál el resultado? Me avergüenzo sólo de pensarlo, aprender literatura extraída de departamentos estancos, desde los cursos de primaria hasta llegar a la universidad. Esta olla express metodológica cuenta, porque sigue siendo así, con más de un punto de fuga, pero nadie se digna en purgar el excedente de vapor, y yo no fui o he sido capaz de incitarlos a ello. Terminé abandonando mis estudios universitarios en el último curso. Me sentía estafado. Desde entonces he procurado hallar vestigios de literatura no sujeta a parámetros de falsa transgresión, algo tedioso para los que hemos cronificado la ausencia de visiones que van más allá del límite estricto a la literatura de su propio país. Sigo avergonzarme de esta indigencia infringida, pero hago esfuerzos de rehabilitación ¿académica? y quizás pronto consiga caminar sin sujetarme a ningún saliente. Leer Las teorías salvajes ha sido un punto de inflexión. He purgado, al fin, el sometimiento al producto nacional bruto y sus homólogos europeos.



4. Discursiva infraemeritus



Ya te hablé, Pola, en la carta apocopada que envié disfrazada de comentario a uno de tus artículos, de las obras octupusi. Ya dije bastante, incluso más de lo debido. Olvida aquello de que …hubo un tiempo en el que a punto estuve de alistarme en las filas… porque suena pretencioso y aún más, rabioso. Y no es así. Te pido disculpas. Pretendía describir el panorama literario de mi país, pero no dispongo de aparato crítico suficiente para hacer tal cosa. Soy no más que un lector sincopado aficionado a escribir. Te envié la dirección de mi disparatado blog, un lugar de paso donde me divierto con textos preciosistas. No tienen nada y tienen todo que ver conmigo. He sido un ingenuo al hablarte de esos escritores velocistas que publican sin someterse a ningún control antidoping. Ya sabrás de su existencia más que yo. El azar quiso que entablase amistad con alguno de ellos. Ahora son grandes escritores de lengua española. No me interesan. Tengo suficiente con haber sufrido sus obras durante tantos años. Estoy harto de guerras civiles contadas por niñatos. Me he cansado de tener que escalar sus libros apilados en montañas que saturan el espacio de la librería, para llegar al pequeño estante que alberga lo extramuros, lo extraPOLAble.

Ayer una amiga se reía de mí porque le aconsejé que leyese tu libro dos veces seguidas. Lo llamó el Holy book de José Antonio. Ya se hizo con él. Nos fuimos a la cafetería Lisboa y hablamos toda la tarde de literatura. Un placer.



José Antonio. Abril de 2011.

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