Combinar un hombre de uniforme + patinaje sobre hielo me proyecta por un lado hacia Chips, una hipotética fantasía helada de Disney con Eric Estrada, y por otro a la alegría Aliada, que según Christopher Hitchens fuera responsable de exportar prácticas desconocidas para los muchachitos ingleses como el cunnilingus (hace poco leí en una novela que el blowjob se exportó a Ucraina recién a mediados de los 90). Pero este es el joven Ryan Bradley, 27, en el campeonato nacional americano, bailando como el joven dios que es música de los 40s con redobles militares. ¿Hay algo más bello que ver a alguien siendo genial y disfrutando cada segundo?
6 comments:
Qué maravilla, Pola, de dónde han sacado este superhombre?
Cómo disfruta y hace disfrutar, qué sincronizazción, a mí es que me encanta el patinaje sobre hielo.
Me mata el pantaloncito ajustado.
Pola: mi papá es de Ucrania de origen. Va por los 55 años. Su mejor mamada, dice, me cuenta, -traduzco- se la hicieron a los 18 años, en Odessa, en periodo vacacional, mirando por una ventana al mar Negro. Que por los británicos no apostaría ni un pelo de su cabeza, dice. Que en sus recientes lecturas asegura haber encontrado la cita gloriosa que un romano grafiteó en una pared de Pompeya (un romano que mereció ser prócer fundador del pueblo ucranio). El graffiti, no sé si reivindicativo, dice linge, linge, linge falculam. ¿Lo cual demuestra que cualquier pompeyano murió con mayor inteligencia que cualquier ciudadano de Ucrania de antes de los 90? No es imposible. Pola, mi papá y yo pensamos, unánimes, que sin duda hay algo, como mínimo, mejor que mirar a ese milico bailando, y que sólo a los anglosajones podría habérseles ocurrido llamar a eso trabajo de viento. Y sólo a un novelista decir semejante soplapollez. Un beso.
Un oficial Schultz del primer mundo.
A todas las minas le encantan los gays que bailan bien.
Village People on ICE
Es increíble como gira y no se observa que pierda la postura ni por un milímetro.
Supongo que lo mas bello es ser ese alguien.
I felt the same way watching Sarah Hughes at 2002 Olympics.
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