por Pola Oloixarac para La Agenda BA
Conocí a María Kodama en una especie de cocktail literario en Toulouse, Francia. Estaba vestida de blanco impecable, me la presentó un escritor argentino que no recuerdo porque yo sólo la miraba a ella. Menuda, sonriente, irradiaba algo sumamente juvenil. Debía irradiar algo más, o quizás se lo aportaba yo, que podía detectar sus tentáculos sutiles de bruja titilando bajo la falda. Desde hace años, María Kodama es considerada la bruja del Oeste de la literatura, la Yakuza literaria, la Yoko Ono argentina; es un lugar común de la progresía literaria detestarla. Me sorprendió verla tan cándida y seductora, así que le llevé una copa de vino blanco y me invitó a sentarme con ella en una mesita. Mientras, escritores engordados por el súbito prestigio de bajarse de un avión en Francia pasaban cerca y nos miraban con discreto horror, mascando su horror con un quesito galo, lo que no dejaba de transmitirme cálidas ondas de placer; no podía haber mejor plan que conocer a Madame El Mal y evitarme chit-chats fatigosos.
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Conocí a María Kodama en una especie de cocktail literario en Toulouse, Francia. Estaba vestida de blanco impecable, me la presentó un escritor argentino que no recuerdo porque yo sólo la miraba a ella. Menuda, sonriente, irradiaba algo sumamente juvenil. Debía irradiar algo más, o quizás se lo aportaba yo, que podía detectar sus tentáculos sutiles de bruja titilando bajo la falda. Desde hace años, María Kodama es considerada la bruja del Oeste de la literatura, la Yakuza literaria, la Yoko Ono argentina; es un lugar común de la progresía literaria detestarla. Me sorprendió verla tan cándida y seductora, así que le llevé una copa de vino blanco y me invitó a sentarme con ella en una mesita. Mientras, escritores engordados por el súbito prestigio de bajarse de un avión en Francia pasaban cerca y nos miraban con discreto horror, mascando su horror con un quesito galo, lo que no dejaba de transmitirme cálidas ondas de placer; no podía haber mejor plan que conocer a Madame El Mal y evitarme chit-chats fatigosos.
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7 comments:
La magia de los encuentros.
Felipe
http://www.eduardomazo.com/?p=518
cordiales saludos.
e.m.
Hola, te descubrí en el suplemento literario de hoy, de La voz del interior, uno de los diarios de Cordoba. Me resultó interesante el nombre de tu blog, entré a ver,y leí el artículo sobre maria kodama, quien, aunque yo sea un anónimo granito de arena o una gotita de agua en el mar de la humanidad, no me merece ningún respeto. Lo digo desde mi lugar de lectora de Borges, y desde ahí quiero expresar que jamás entenderé por qué el escritor se vinculó con esa persona tan siniestra y oscura, su cara lo expresa, y si podemos dar una explicación desde ahí, Borges no la veía, claro.
Pienso que no es descabellada mi actitud de despreciarla, aún más cuando leo acá que no soy la única! Pude verla una vez acá en Córdoba, en una conferencia en el marco de la feria del libro, pero no recuerdo de qué habló; parece ser que la pelea que tuve con otros expectadores por una silla, me distrajo.
Yo siempre me pregunto como es que Borges se vinculó con ella, y quizá fue porque la "veía" como una buena estudiante, y porque sus intereses culturales e intelectuales coincidían bastante, no? Pero nunca entendí qué hizo maria kodama como maria kodama, no colgada de BORGES!!!!! Qué hizo, quien es, en qué trabajó o trabaja????, no me refiero a su intimidad como persona, sino a un desarrollo profesional, intelectual sin estar pegoteada a Borges; y es posible que nadie lo sepa ni que alguien se atreva a preguntárselo sin que se ofenda. Ese encarnizamiento con Katchadjian por el uso de El aleph, es incoherente, ya que no existe lucro aunque se pueda pensar que es una pelotudez lo que hizo el tipo. No conozco ese libro pero imagino que no debe tener mucho valor literario ni
intelectual
Hace unos dias, se hizo, en Villa Mercedes (SL), Arg. la Feria del Libro, organizada por unos peronistas, en las redes sociales los denosté por no invitarte, no deben tener la mas pálida idea, pobres.
Martin
gracias martin, pero te cuento que sí me invitaron a la feria del libro de villa mercedes, de hecho el año pasado también, pero no pude aceptar porque no estaba en argentina en esas fechas. trato de no discriminar x peronistas, hay tantos....
un beso hasta las tierras del adolfo
ah... me gusta cómo llegás a demnostrar tu teoría en este post, lo que decís sobre los hijos de perón suena irrefutable.
y Katchadjian se atrevió a entrar en el templo. sonó.
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